¡No puedo creer cómo tienen al país!
¡Está hecho un desastre!
En los tiempos de la Revolución había dos tendencias: los generales que ganamos nuestros grados en batalla, comprometidos con la defensa de un México nuevo y los generales advenedizos que jamás pisaron el terreno de la lucha, ni por error, por lo común, comprometidos con la inmediatez del poder y el dinero.
Veo con lástima que ha ganado la segunda tendencia dominada por señoritos y cobardes.
Se los advertí, quítenle el poder a los revolucionarios y este país va a regresar a los tiempos maquillados de Porfirio Díaz.
Por eso me animé a regresar.
Me da mucho gusto que me recuerden y me tengan presente.
Cuídense reaccionarios porque mis memorias les va a doler a más de alguno.
Y pa' que vean que no me los chamaqueo, empiezo este día del niño. Nada personal. ¡Ja!
¡Está hecho un desastre!
En los tiempos de la Revolución había dos tendencias: los generales que ganamos nuestros grados en batalla, comprometidos con la defensa de un México nuevo y los generales advenedizos que jamás pisaron el terreno de la lucha, ni por error, por lo común, comprometidos con la inmediatez del poder y el dinero.
Veo con lástima que ha ganado la segunda tendencia dominada por señoritos y cobardes.
Se los advertí, quítenle el poder a los revolucionarios y este país va a regresar a los tiempos maquillados de Porfirio Díaz.
Por eso me animé a regresar.
Me da mucho gusto que me recuerden y me tengan presente.
Cuídense reaccionarios porque mis memorias les va a doler a más de alguno.
Y pa' que vean que no me los chamaqueo, empiezo este día del niño. Nada personal. ¡Ja!